sábado, enero 20, 2007

Con los pies en el suelo

Como si los tobillos no estuvieran atados con aire. Como si el piso no pudiera romperse con una carajada.

¡Qué firmes y seguros nos sentimos aquí parados!

lunes, enero 15, 2007

La cita

Después de querer tener una base racional para todo. Después de querer tener corazón de piedra. Después de decirme mil veces lo autosuficiente que soy (sobretodo después de negar las pasiones que siempre tienen como motivo un objeto externo a mi). Un amigo llegó y dijo:

Me gusta sentir, siento porque me gusta y porque no tengo miedo de hacerlo.

Algo de razón debe tener.

La desemantización de los ritos

Credo:

1.- No creo en un dios superior con conciencia y voluntad. Creo en la superioridad como algo absoluto, ajeno e incuestionable; expresada en el orden cósmico que nuestra mente, afortunadamente, nunca alcanzará a descifrar.

2.-No creo en la intervención, ni en los sacramentos, ni en los santos, ni en las oraciones, ni en los profetas o ni en cualquier cosa que represente un lazo entre lo terrenal y lo divino. Creo que las reacciones terrenales son siempre resultado de acciones terrenales.

3.-No creo en la inmortalidad del alma: no creo en el infierno, en el cielo o el purgatorio. Creo en esta realidad física, por mi interpretada que premia o condena tanto como yo lo permita.

4.- No creo en el juicio final. Creo en la muerte.

5.- Creo que todas nuestras acciones deben tener como fin último el respeto a la existencia y a la conservación de la armonía.

Una posible desventaja (argumentos de filosofía barata que parecen válidos)

Está lo fenoménico ahí, justo ahí. Nosotros nacemos justo en el medio. Entonces abrimos los ojos y comenzamos a interpretar, a configurar la realidad, el mundo y les damos nombres. El lenguaje configura el pensamiento, el pensamiento configura la realidad, la realidad configura el lenguaje. Por lo tanto, entre más significado tenga el nombre, más fuerte y precisa se vuelve la realidad. ¿Cómo se logra esta semantización? Mediante los ritos. El hombre necesita de los ritos para cargar algo con importancia. Pongamos por ejemplo, la palabra “columpio”. Para el hombre que, en su infancia, lo deseó, enunció el deseo, acompañó a su mamá a elegirlo, contó los días para tenerlo y después ayudó a su papá a ensamblarlo, el “columpio” será algo totalmente distinto para el hombre que nunca lo deseó. Y no hablamos simplemente de la palabra, sino de la realidad fenoménica y del pensamiento. Si de pronto simplificáramos la realidad fenoménica de estos dos hombres a dos objetos: el columpio y el jardín, la realidad del hombre cuyo columpio está semantizado sería mucho más sólida, parecería más real y tendría más sentido. Y si el hombre está constituido de carne y espíritu, la desemantización de la religión representa una pérdida bastante grande.

BESTIARIO.EL DOC

"Huele al hospital San Rafael” dice al entrar al cuarto. Si, precisamente a ese hospital, ahora cuarto limpio y alfombra barrida. El Doc se sienta (atentísimo a los videos de aviones despegando) y come nueces que abre estrellándolas contra el techo.

Bien podemos separarlo: Doc que se fascina por lo mecánico, lo automático, las frías superficies de metal. El Doc que pregunta por aquello que no terminaste de decir y que se ofende con la prepotencia que calla y humilla. El Doc que roba la cucharilla del expreso de su hermano para revolver su té y cuando ha terminado –¡pero qué amable!– se la presta. Es contrastante y coherente. Le gusta lo sencillo, lo agudo, lo suave y a mi me parece que un amarizaje sonaría justo así.

Vestido de colores oscuros, sobrios. Trae lentes y manos en los bolsillos de la sudadera que Beto le ha prestado. Son cuates y el Doc es más pequeño “Esa niña es como veinte Docs juntos” Se preocupa si es domingo y no asistió a misa. Yo le digo que, siendo tan cumplido, seguro ya es un Doc que camina sobre el agua. El último día que estuvo en Puebla, le ponía nervioso la palabra “peregrinación” porque debía viajar a México para tomar su vuelo y no estaba seguro de alcanzarlo. Por la noche, Beto propuso pasar por el Doc para ir al cine, pero el Doc ya se había ido y nosotros lamentamos la falta de peregrinación porque el Doc ya no estaba.

viernes, enero 05, 2007

la cita

ah por cierto, olvidé la cita que iba a escribir

(en el post pasado)

la olvidé

Breve suspensión del posteo

hay muchos post pendientes.

(pero)

no he leído nada (casi) y todo es muy horrible cuando no leo y escribo (abuso de algunos recursos)

así que

(fieles lectores)

permítanme seguir refugiada. volveré muy pronto. los dejo con esta cita.

cita dos puntos