Sin descubrir lo claro,
en el reloj, la nuez,
el relámpago.
Sin descubrir todavía,
sin que el alba y el fuego
muestren
el hilo de fatal reclamo.
Aún busco en las orillas del sueño
tu palpitar remoto y claro
que rasgue las piernas un grito
y que al despertar
caiga muerto como pájaro.
Aliento claro en la ventana
y en la alcoba
dedos de sol almidonado.
Temo la claridad del día
temo el reloj, la nuez,
el relámpago.
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4 comentarios:
un
dos
tres
...
Yo temo a mi terapeuta, temo a mi madre, temo a mi novia aunke no tengo ninguna, temo a mi sombra por las noches y temo los ojos claros de la mujer ke amo.
Un claro temor a la vida. Un respeto a ella misma. Buen poema.
Un abrazo.
Gracias pequeña diosa.
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