lunes, enero 15, 2007

La desemantización de los ritos

Credo:

1.- No creo en un dios superior con conciencia y voluntad. Creo en la superioridad como algo absoluto, ajeno e incuestionable; expresada en el orden cósmico que nuestra mente, afortunadamente, nunca alcanzará a descifrar.

2.-No creo en la intervención, ni en los sacramentos, ni en los santos, ni en las oraciones, ni en los profetas o ni en cualquier cosa que represente un lazo entre lo terrenal y lo divino. Creo que las reacciones terrenales son siempre resultado de acciones terrenales.

3.-No creo en la inmortalidad del alma: no creo en el infierno, en el cielo o el purgatorio. Creo en esta realidad física, por mi interpretada que premia o condena tanto como yo lo permita.

4.- No creo en el juicio final. Creo en la muerte.

5.- Creo que todas nuestras acciones deben tener como fin último el respeto a la existencia y a la conservación de la armonía.

Una posible desventaja (argumentos de filosofía barata que parecen válidos)

Está lo fenoménico ahí, justo ahí. Nosotros nacemos justo en el medio. Entonces abrimos los ojos y comenzamos a interpretar, a configurar la realidad, el mundo y les damos nombres. El lenguaje configura el pensamiento, el pensamiento configura la realidad, la realidad configura el lenguaje. Por lo tanto, entre más significado tenga el nombre, más fuerte y precisa se vuelve la realidad. ¿Cómo se logra esta semantización? Mediante los ritos. El hombre necesita de los ritos para cargar algo con importancia. Pongamos por ejemplo, la palabra “columpio”. Para el hombre que, en su infancia, lo deseó, enunció el deseo, acompañó a su mamá a elegirlo, contó los días para tenerlo y después ayudó a su papá a ensamblarlo, el “columpio” será algo totalmente distinto para el hombre que nunca lo deseó. Y no hablamos simplemente de la palabra, sino de la realidad fenoménica y del pensamiento. Si de pronto simplificáramos la realidad fenoménica de estos dos hombres a dos objetos: el columpio y el jardín, la realidad del hombre cuyo columpio está semantizado sería mucho más sólida, parecería más real y tendría más sentido. Y si el hombre está constituido de carne y espíritu, la desemantización de la religión representa una pérdida bastante grande.

3 comentarios:

Ictericia dijo...

Yo creo que dios es Alfons

Alfredo Godínez dijo...

Creo que la Coca-cola es rica, el vino es un privilegio no de todos, beber té de yerba mate es algo explendido y que las mujeres son lo mejor de este universo.

crayola dijo...

ay, me gustan mucho sus dioses, =') tan reales!