domingo, septiembre 03, 2006

La expulsión de Faras

“Es un mendigo.” Lo diría cualquiera que te hubiera visto entrar a la iglesia. ¿Qué pasó con tus cabellos de sol que ondea, con tus túnicas de nube? Quedan jirones que te cubren el cuerpo forrado de humedad, mugre y orines. Te duele la joroba con la osamenta retorcida de tus alas. Te duele más imaginarte. Entras a la iglesia sin zapatos, sin asombros para contemplar las imágenes. No sabes por qué quieres contemplar las imágenes: la mirada de la virgen pulcrísima, los ángeles de alas extendidas y pies ligeros, rostro de cera de los santos, las telas de oro que les visten. En otro tiempo fuiste –lo sabes, lo has sabido siempre– parte de tal paraíso. “¿Por qué Dios, en vez de expulsarme al infierno me condenaste a la tierra?”

Una vez más, recuerdas el episodio de tu expulsión. Primero, Faras en los jardines del Edén; Faras hablando con su hermano Jehudiel bajo el Árbol de la Ciencia; Faras tentado por la ambición y condenado; Faras presentado frente a Dios. “Eres tan miserable como los humanos” Las alas que abultaron debajo de tu espalda, las cadenas de piel con las que te ataron el cuerpo, la espada de fuego con la que te cortaron la lengua. Y ahora Faras como cualquier otro; ahora parado en medio de la iglesia clavando sus uñas en las mejillas en un ataque de desesperación. El inacceso.

La impotencia te invade y llena tus miembros de una fuerza que no puedes disipar. Quieres liberar de un destello tus alas, volar al Edén y demacrar la cara del Dios que te hizo mendigo. Gritas cuando tus alas comienzan a romperte la piel. Al buscar una ventana para salir e iniciar el retorno, localizas un vitral sobre el altar mayor. Sangre desciende por tu espalda como fuego líquido. Sangre salpica los entrelazados de oro y la talavera. No te importa. Quieres oír el vitral rompiéndose, la velocidad con la que atraviesas el éter, el grito de Dios destruido. No oyes nada. Sólo el silencio que deja el desplome de tu cuerpo exangüe que arrastró el peso de una osamenta inútil. Cuerpo de músculos flojos y puños abiertos desangrándose sobre el suelo de barro. Estás muriendo. Todo se oscurece y te llenas de sonidos: coro celeste, las discusiones en el ágora, las risa de los arcángeles al contemplar tu condición, reclamo de Jehudiel al verte tirado y muerto en medio de la iglesia. Ahí, casi muerto, en medio de la iglesia.

Los pasos de los guardias a penas se hacen audibles. Sientes que te sujetan las alas y te arrastran por el suelo. En un último intento, abres los ojos y te encuentras con la mirada de la virgen ensangrentada. Te abandonas. No logras escuchar las exclamaciones de aquellos que con asco y asombro te miran. No logras escuchar las quejas del intendente al ver el rastro rojo que tendrá que limpiar, ni el ruido sordo de tu cuerpo depositado en un contenedor de basura. No es necesario: expulsado de la divinidad, encarcelado en el mundo. Lo sabes, lo has sabido siempre.

2 comentarios:

Alfredo Godínez dijo...

Ok. Caigo acá porque tú me citaste en un blog.
Sólo puedo decir que escribes muy bien.
Ojalá seas de Puebla o de un lugar muy lejano.
En a fianles de noviembre e inicios de diciembre se hace el Festival Internacional de Puebla (fip) y estoy organizando una jornada literaria de bloggers. ¿participarías?
Espero tu respuesta en mi blog y opinión del mismo.
Un abrazo.

Alfredo Godínez dijo...

Hola Mariel!
Pus si chico el mundo y eso que dices de referencias sobre mi persona me halaga. No sabía que en donde trabaja mi admirado Pedro podrían decir eso.
Pues te propongo que una aceptes particpar en el fip, es una cosas en la que le ayudo a Roberto Martínez Garcilazo, director de la Casa del Escritor como blogger y también como alumna de la UDLA-P, dos que ya sea vayas mañana a las siete a la presentación del libro de Pedro (Hotel Camino Real del Centro, Salón Concepción) y ahí platicamos un rato y nos ponemos de acuerdo para echarnos un cafecito te late y de una vez quedas invitada para ir el 11 de septiembre al Collhi de la BUAP, frente a la Secretaría de cultura, siendo precisos en la 3 ote #214 para la presentación del 4to número de la Revuelta van Maldonado y Padilla.
Seguimos en contacto y te dejo mis datos:
e-maily messenger: alfredogodinez_periodicaliteratura@hotmail.com
cel: 22-24-41-10-94
tel: 379-5462
Ah! mi pequeña presentación aunque en el blog también está hecha:
Alumno del Colegio de Lingüística y Literatura Hispánica de la BUAP 5to semestre.
Columnista del Diario Cambio de Puebla (Jueves: "Inventario Juvenil").
Escribo y leo. Me han publicado en el universus de Intolerancia.
Bueno, ya habrá tiempo para detalles, no?
Un abrazo y un beso.
Con afecto.
Fredo.