domingo, mayo 06, 2007

Bling

–Es que deberías verte –le dije.
No se me va a olvidar la cara de Luis, como pintada de rojo por un niño que no sabe diluir las acuarelas, con sangre en la barba, con una herida profunda en la frente descubierta a veces por una servilleta húmeda y arrugada. Sonriendo.
Ya no me acuerdo ni por qué sonreía pero era una imagen impresionante.

***

Esa noche éramos seis: Ale, Beto, Ja, Voirol, Luis y yo. Voirol había encontrado en internet un bar en Puebla donde tocaban rock. Yo me entusiasmé al pensar que algo así sería como recordar las tocadas de Neglillé. Y vamos, si, vamos. Nos subimos al taxi para llegar. La tocada ya había terminado. Luis apostó un helado a que Ale y Beto no irían al zócalo a tomarse fotos con Tunick. Gané el helado: tomaron un taxi a la central y se fueron al df. El Ja nos dice que está cansado y que quiere dormir. Quedamos nosotros: Voirol, Luis y yo. Ese era el último fin de semana que Luis y Voirol pasaban en Cholula, más bien, ese debió de haber sido. Dejamos a Ja en su depa, fuimos al Pulque, estaba cerrado.

¿Qué? ¿ya a dormir?

No, encontramos un antro de cadenita (¡si, un antro de cadenita!) y como no había cover y la música estaba padre, nos metimos. No había ido a un antro desde que estuve en Montreal y recuerdo que me aburrí enormemente. Esta vez me divertía. Las canciones eran las de la secundaria y me hacían recordar cosas.

Luis: “Estas son canciones para una nostalgia que no tengo”
Mema dealer: “Traigo por ahí unas pastillitas para la nostalgia, ¿hey? por si gustas...”


Me parece que fue cuando regresé del baño, Voirol estaba hablando con alguien que después hablaba con Luis y le preguntaba si era español, si su amigo era español... Era más bajo que nosotros tres, regordete, vestido de negro, apretado, con corbata, parecía pingüino.

Voirol: hey aguas eh, que se quieren ligar a tu novio, eh.

Me involucro en la conversación y en seguida me doy cuenta de que el pingüino no está interesado por Luis. El pingüino regresa con Voirol y le pide un cigarro. Voirol lo corta, vuelve con nosotros. El pingüino se va. Voirol comienza a ponerse nervioso, agarra una botella y lo insulta moviendo apenas los labios. Se tranquiliza, finge divertirse. El pingüino regresa varias veces para intentar hablar con él. Yo tengo miedo de que Voirol no pueda controlarse. El pingüino se pone cada vez más agresivo. Suena la canción de Molotov y el pingüino y su escuadrón brincan señalando a Voirol mientras gritan “Puto, Puto”

Mariel: Voirol, vámonos.
Voirol: Por qué wey, si me la estoy pasando de poca madre. Que se vayan ellos.


Luis regresa de la barra con una cerveza. No sé si me di cuenta de que Voirol había ido al baño cuando él mismo lo anunció o cuando Luis dijo que lo estaban siguiendo y que iba a ver qué pasaba. Dejó la cerveza, se metió al baño. Miré la puerta del baño, me senté. Miré mis cosas, el morral de Luis, otra vez la puerta del baño. Pensé que debería acercarme por si oía algo. Pensé que tal vez estaba exagerando y que en cualquier momento saldrían. Pensé en Ja y en que si estuviera con nosotros, lo mandaría al baño. Pensé que estaban tardando mucho. Tuve ganas de gritar que detuvieran... ¿que detuvieran qué? Me levanté para avisar a alguien. Demasiado tarde: Voirol sale corriendo del baño, atravesando niñas en tacones y caras de asombro, con la boca llena de sangre.

Voirol (gritando hacia la mesa): A la chingada, Mariel, vámonos ya, a la chingada.

Peligro, peligro. Tengo que salir de aquí. Siento que en cualquier momento, alguien puede salir del baño y matarme. Todo me agrede: las paredes, las mesas, las niñas en tacones y sus caras de asombro. Tengo que salir de aquí. Voy a correr pero me detengo: mi cámara. Salgo del antro después de haber recogido mis cámara, mis lentes, mi suéter y el morral de Luis. En la entrada, Voirol grita que lo golpearon, que fueron unos tipos en el baño, que no le importa, que va a llamar a la policía, que por favor le traigan un vaso con agua pero ya, ya...

¿Y Luis?

Mariel: ¿Dónde está Luis?
Voirol: ...y me vale madre, yo voy a llamar a la policía.
Mariel (gritando): ¿Dónde está Luis?
Voirol: Que se quedó en el baño, te digo.


Luis en el suelo con cinco del equipo de americano que lo rodean y lo patean mientras él se cubre la cabeza con los brazos y la sangre mancha el piso. Esa es la imagen. Entro de nuevo. Abro la puerta del baño y veo a Luis, no en el suelo y no rodeado de americanos, sino apoyando en el lavabo, con la cara llena de sangre por una herida en la frente. Tengo el impulso de abrazarlo pero siento que lo voy a lastimar. Lo toco del brazo.

Luis: Tranquila, que no ha pasado nada.

Asiento y me salgo del baño. Un hombre, encargado del antro, conduce a Luis hasta la ambulancia que está a lado del Tigre. Voirol arregla cosas con la policía. Luis dice que él no va a involucrarse legalmente de ninguna manera. Los médicos dicen que necesita unas puntadas, hablan del seguro. Es mejor ir a la universidad. En el camino a la universidad, un estudiante de intercambio que recuerdo como un albino de ojos azules impresionantes, le pregunta a Luis qué le pasó. Llegamos a la universidad, Luis se sube a la ambulancia. Con la mano abierta me dice que me quede, pulgar arriba, todo está bien, y mano agitándose, adiós. No espero a que la ambulancia se vaya. Regreso a colegios. Duermo entrecortadamente, soñando y viendo el cuarto. A las ocho y media de la mañana me despierto, hablo con Luis, ya está en su casa. Salgo a desayunar. No puedo caminar cerca de las personas porque siento que en cualquier momento me podrían pegar. La sensación durará todo el día.

***
El pingüino le rompió el lateral izquierdo a Voirol al estrellarlo varias veces contra el escusado. Lo de Luis fue un cabezazo proporcionado por un amigo del pingüino. Un mes después, cuando escriba este post, me sorprendré al recordarlo. Creo que nunca podré volver a caminar con seguridad cerca de alguien que esté borracho. Creo que también para Luis y para Voirol va a ser difícil hacerlo.



Nota: La fecha en que este post está publicado es al domingo siguiente del incidente. Esto es simplemente para mantener una relación cronológica con las demás entradas.

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