lunes, diciembre 04, 2006

De lo que pasó con Lobo Antunes

Beto: Mariel, mira, es Lobo Antunes.
Mariel: Noooo, ¿estás seguro?
Beto: Si, si es. Apoco no se parece
Mariel: ¿Y me preguntas a mi?
Beto: A que no te animas a preguntarle.


Saco el libro y la pluma y me acerco. “¿Lobo Antunes?” pregunto esperando y reconozca su nombre, asi evitamos problemas de lenguaje. Parece no oirme."¿Es usted Lobo Antunes?" Repito.

"No"

"Ah, ok, discúple" Y ya convencida, me dispongo a irme pensando 'pinche Beto, seguro ni se parecía tanto' pero él vuelve a hablar:

"Eres la segunda persona –seseos– que me confunde con él –pan remojado– en lo que va del día –acento portugués-."

Ahora sí no me cabe duda: me es dificilísimo reconocer una cara, pero un tono de voz, y una pronunciación como aquella... Lo miro con una incredulidad que le ofende. "Mira que no soy" dice mientras muestra un gafette con otro nombre.

No recuerdo el nombre y el gafette dice mucho menos que su voz. Le doy las gracias y me voy.


Beto: jajaja, entonces no era Lobo Antunes.
Mariel: si, si era, estoy segura. Hablaba igual.
Beto: ¿con acento extranjero y todo?
Marie: con el mismo tono adormecente.
Ale: Le hubieras dicho que te lo firmara de todos modos aunque no fuera él.


'Y Ale tuvo razón' pienso mientras pongo al grandísimo escritor vivo en mi librero.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hahaha. Yo, por lo menos, le hubiera dicho que sabía que era él, aún cuando lo negara.