sábado, abril 14, 2007

Adiós, Chieko.

Ir a la exposición. Beber vino. Ir al tiki. Beber cerveza. Llega Luis. Beber cerveza. Ir a casa de Bobes. Vomitar. Ir a casa de... no me acuerdo. Platicar con Joan. Bailar con Luis. Llevar mis manos a su cuello. Besar a Luis. Escuchar que Luis dice “Mariel, tranquila” (lo ha dicho antes) y después “para”. Parar entonces. Mirarlo. Sonreírle. Volver a llevar mis manos a su cuello. Sonreírle de nuevo. Irme. Llegar con Ale y decirle “Besé a Luis” Estar en las escaleras de concreto con los pies colgando. Platicar con Ale. Llega Luis. Se sienta en el concreto. Lo volteo a ver. Sonrío. Se acuesta. Me acuesto. Nuestros cuerpos forman dos líneas perpendiculares. Su mano derecha queda a la altura de mi cabeza. Acaricia mi cabello, mi cara. Yo tomo su mano con mis manos. Beso su mano. Luis sigue tocando mi cara. Yo tomo su mano con mis manos. Llega Andrelí. Pregunta cosas. Me incorporo. Luis se levanta y se va. Me recargo en la pared. El frío del concreto me congela. Tengo hambre. Digo que tengo hambre. Beto dice “¡Y cómo no!” Ir a casa de Bárbara. Regresar a colegios. Dormir profunda, profunda, profundamente.

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