jueves, noviembre 02, 2006

Prendas de abrigo.

Tomamos el metro para llegar al auditorio. “Y cuando vuelves hay fiesta en la cocina” Yo también me enlisto para tirar el muro a patadas, Joaquín.

Tomamos una camioneta con olor a hamburguesas para ir a cenar. “Si, son buenos lectores” Me gustas, Nacho, a un escritorio de distancia.

Tomamos un autobús de regreso a puebla. “Me lo imaginé. Mariel dormida y ale tratando de despertarla” Creo que todavía te debo lo del estacionamiento de la central, Beto.

Los aviones como tiburones. Los metros como gusanos
Los carros, los autobuses…

Y después de los humanistas rellenos de marihuana, caer dormida junto a un saco de huesos y una armónica.
Y después de los humanistas corriendo detrás del balón, caer rota junto a un par de gritos practicados un mes antes
dos meses
tres meses antes.

Hay ambulancias con piso de sal; sueños que se decantan cuando lloran, cuando lloramos. Dónde está mi mamá, dónde está mi hermano. Alguien me mira y me dice que Beto viene detrás de nosotros en bicicleta. Una inyección, tres ligamentos rotos pero los sueños enteritos. Y Ale ya llegó.

Y después del tiburón que grita mudo, llegué a mi casa y me encontré con todos excepto a Lisa,

vente, Lisa, prenda de abrigo, eres lo único que me falta.

1 comentario:

Ictericia dijo...

Dónde anda esa orejona? que no te deje sola, que no te deje sola!!!