viernes, enero 13, 2006

El final de la llamada con insomnio

- Todo lo que digas voy a apuntarlo.
- No porque todo eso puede ser usado en mi contra -se rió-, ¿de que te ries?
- Mmmm.
- Pon tambien eso.
- Mmmm.
- Ya esta.
Ruidos animalescos -A ver, cómo vas a escribir eso. ¡Hey, niña sorda! ¡Dijiste que ibamos a hablar de otra cosa! ¿Vas a hablar o no vas a hablar?
- Si voy a hablar.
- A ver.
- ¿De que quieres que hable?
- Pues no sé.
- Dime y hablo.
- Me.
- Ahhh que original ¿cuantas veces has dicho esa misma broma?
- ¡Cual?
- la de dime "me".
- No mas que tu hermana, creeme.
- Ok, no voy a apuntar eso.
- ¿Apuntar qué?
- Ahh, nada. Ya se perdió la continuidad. ¡que hora es?
- Ya es muy tarde o muy tempran o como lo quieras ver.
- ¿Y te vas a meter a mi blog?
- Si luego lo voy a...
- ¿Lo vas a que? ¡Xavier!
- ¡Ehh!?
- ¿Qué haces? ¿Ya te dormiste?
- Pues ya casi.
- Mmmmm.
- Me tengo que levantar en una hora y media y si no me duermo, ¿cómo me despierto? Platicame algo tu, chocosa -bosteza.

- Te platico...


(Lectura rapida)


- Oye, adios. Te quiero mucho. Gracias por hablar.
- A donde vas.
- Pues... a donde me lleve mi celular sin saldo.

tuu tuu tuu tuu ...


Conclusion: es imposible desarrollar una conversación mientras se escribe.
(o bueno, si es con xavier, es imposible aunque se le tenga toda la atencion y la paciencia jiji) Lagarto embotellado. Un saludo

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