lunes, enero 16, 2006

Jugar dentro del juego que se escribe solo.

Tal vez mucho frío o mucha la literatura o los espacios en blanco porque todos calladitos. Sentados, quietos, con la infancia en la garganta hasta que se nos iluminaron los ojos y la sacamos a puños de la mochila. Entonces flum flum flum de círculos como luciérnagas. Las brujillas volaban y les aplaudimos. Olvidamos nuestra filosofía, nuestra incapacidad, nuestro frío y nuestros espacios en blanco. Esta vez lunas como balones y no como poemas. Las brujas danzaban y les aplaudimos. Espadas como duelos transparentes donde el morir da risa. Las brujas tronaban y reímos. Después salimos de ahí, del oscuro olvido de los dulces y la fantasía redonda y de puerta cerrada. Ganas de comprarnos otra vez en cajitas, de buscarnos dando helado un perro, de meter los dedos a la nariz. Dulces que no se buscan en los labios. Cuerpos que no se derriten como cera. Niños de risa, de fruta debajo del pino, de fogata entre los ojos. Niños de correr y esconderse porque ahí viene. Niños de yo también quiero. Niños de esta es la última de la caja y tiene que ser especial. Niños de frases repetidas. Niños de olvido de nosotros niños. En fin niños, juegos a veces, juegos, niños.

1 comentario:

Ictericia dijo...

Olvidamos también la tarea de lingüistica!